Ni 3 ni 4, 5G

Somos una sociedad maltrecha por un infantilismo feroz que nos lleva, como a las criaturas, a quererlo todo de manera inmediata, sin pararnos a pensar en las consecuencias que esto acarrea tanto para nuestro entorno como para nuestras vidas. Estamos dispuestas a pagar unos costes tremendos, muchas veces sin tener capacidad de evaluarlos; lo hacemos con una ligereza sorprendente. El rápido avance tecnológico alimenta esa sed de inmediatez y de progreso, sin que quede muy claro hacia dónde nos llevan las continuas “mejoras” ni las consecuencias y el precio a pagar por ellas. Uno de los vectores más evidentes de la aceleración es la capacidad tecnológica para transmitir cada vez más datos a mayor distancia y en menos tiempo. En esta carrera, ahora nos encontramos frente a la implementación del 5G, que ofrecerá velocidades de conexión cien veces más rápidas que las actuales, lo que permitirá descargas de datos tan rápidas que mejorarán ostensiblemente la capacidad de ver a...