Si hace unos meses estallaba la polémica sobre la situación de aprendices de cocina en distintos restaurantes de lujo, quienes trabajan muchas horas sin cobrar, hace unos días pudimos conocer la oferta de prácticas extracurriculares del Duque de Alba para arreglar los jardines del Palacio de Dueñas “de gratis”. Curioso, o no tanto, que detrás del lujo, la ostentación y el elitismo de la alta cocina o de la aristocracia se escondan situaciones tan precarias. Del mismo modo, cuando abandonamos unos ámbitos tan concretos y analizamos la generalidad del mercado de trabajo, resulta que también, que la rimbombante situación de la macroeconomía se sustenta en la precariedad y en el trabajo becario. Trabajo que, como el Consejo de la Juventud de Navarra expresa, en “casos suponen una fuente de abusos laborales, fraudes de ley e incumplimiento de derechos laborales,… casos en los que existen relaciones laborales camufladas detrás de convenios de becas, prácticas no labor